Todos los productos fabricados en la industria farmacéutica deben ser de la más alta calidad para garantizar el menor riesgo para los consumidores o pacientes.
Una técnica muy utilizada en la industria farmacéutica es la cromatografía de líquidos, que consiste en aislar una muestra específica en sus elementos. Debido a su velocidad, la estabilidad de la columna y su capacidad para separar una amplia gama de compuestos, la HPLC de fase inversa (RP-HPLC) es uno de los métodos más populares.
El LC-MS es la mejor herramienta para la identificación y caracterización de compuestos. Se puede utilizar como una herramienta de medición durante la detección de alto rendimiento. La HPLC preparativa también se utiliza para aislar y purificar hits y compuestos de plomo según sea necesario.
Adicionalmente el HPLC tiene aplicaciones en diversas industrias, a continuación unos ejemplos:
En un principio, se consideraba al HPLC como una herramienta para complementar la técnica de cromatografía de gas. Hoy por hoy, la industria farmacéutica utiliza casi exclusivamente la técnica de HPLC. Esto es debido a la capacidad del HPLC para dilucidar la composición y analizar las concentraciones de impurezas en las formulaciones farmacéuticas.
Se pueden combinar otras técnicas con las capacidades adicionales de HPLC, desde un detector de arreglo de diodos hasta un espectrómetro de masas. Esto la convierte en una técnica analítica farmacéutica ideal para garantizar una alta calidad de los medicamentos.
Por lo tanto, la HPLC es la mejor técnica de separación para el análisis cuantitativo de trazas de sustancias químicas tóxicas, impurezas, fabricación de productos de alta pureza, usos medicinales y fines de investigación.