La cromatografía se trata de un proceso que tiene como finalidad el separar las partes y componentes individuales de una mezcla, basándose en la diferente capacidad de interacción de cada componente en otra fase.
Su función básica consiste en separar, purificar, cualificar, cuantificar y determinar los componentes de una muestra o mezclas complejas, ya sea celular, genética o molecular, de acuerdo con la purificación de compuestos de una manera muy precisa.
«La cromatografía es un método químico que se utiliza mucho en los laboratorios para poder realizar análisis cualitativos».
Para llevar a cabo una cromatografía se necesita de un cromatógrafo, el cual trabaja con base en la separación de los compuestos en sus respectivas familias o clase individual; todo depende de sus propiedades químicas o físicas.
Las propiedades químicas deben ofrecer un cambio de la composición o identidad de la sustancia para que se pueda medir, mientras que las propiedades físicas se pueden medir sin necesidad de cambiar la posición o identidad del compuesto.
Generalmente, estos procedimientos de cromatografía utilizan varias técnicas separativas, basadas en propiedades físicas de ciertos materiales; cuando interactúan con otras sustancias o mezclas de estas, se puede descomponer la mezcla para analizar sus constituyentes mediante una fase móvil.
Esta fase móvil se trata de pasarla a través de una fase estacionaria sólida fija. Esta fase móvil consta, según el procedimiento, de un líquido o gas que pasa a través de una superficie y de la fase estacionaria, o de una fase estacionaria de materia líquida o sólida que se queda en la misma posición.
La fase estacionaria retrasa el paso de los componentes de la muestra, de manera que los componentes la atraviesan a distintas velocidades y se separan poco a poco.
Gracias a este proceso los componentes que se van a analizar se distribuyen en estas dos fases (fase móvil y la estacionaria), cuando la fase móvil atraviesa la fase estacionaria sucede el proceso conocido como elución.
«Tiene gran importancia el uso de la cromatografía en varios diseños experimentales, sobre todo dentro de los laboratorios».
El principio usado en la cromatografía es el de la retención selectiva, que radica en observar el distinto comportamiento de los componentes de una mezcla sobre un soporte, ya sea en papel, líquido, gas o una resina.
Los procesos cromatográficos se dividen según el estado de la fase móvil en:
La cromatografía en columna es la más usada de las distintas variaciones de cromatografías usadas para la separación y purificación de diversos compuestos orgánicos, ya sean en estado sólido o líquido.
La fase estacionaria, dentro de este método, se pone dentro de una columna de cristal con una llave en su extremo inferior para controlar el paso de las sustancias.
En la parte superior se deposita la fase estacionaria para que la fase móvil pueda atravesar este sistema, de esta forma, la fase móvil puede contener los compuestos disueltos que saldrán de la columna cromatográfica y se puedan recoger en facciones.
Gracias a su aplicación tan general y con resultados tan eficaces, este método científico se puede aplicar en distintos ámbitos. Como ejemplos podemos mencionar: